Últimamente se escucha bastante acerca
del síndrome de Asperger. Y es que parece que están
aumentando los casos de esta condición a nivel mundial. Este síndrome está
considerado como una forma de autismo, llamándoles incluso “autistas de alto
rendimiento”, pero no es lo mismo y
es importante saber diferenciar uno de otro.
¿Qué es?
Cuando nos referimos al síndrome de Asperger, estamos hablando sobre un
trastorno del desarrollo de carácter neuro – biológico,
es decir los factores sociales no tienen nada que ver. Presentan anormalidades
en las siguientes áreas de desarrollo:
·
Habilidades sociales
·
Lenguaje comunicativo
·
Interés por el medio
·
Comportamiento repetitivo
·
Área motora
Las personas que presentan síndrome Asperger,
tienen una inteligencia normal, en algunos casos por encima de la media, pero
con problemas para relacionarse y con conductas inapropiadas. Suelen tener un
pensamiento lógico y concreto; su síndrome al no ser aparente se manifiesta en
sus comportamientos.
¿Cuál es la incidencia?
El síndrome de Asperger se da por cada de 3 a 7 habitantes de cada 1000 nacidos, suele
presentarse más en niños.
¿Cómo lo diferencio del autismo?
La característica principal de las
personas con síndrome de Asperger comparados
con otras formas de autismo, es que pueden llegar a la vida adulta convirtiéndose en seres independientes y llevar una vida normal. Siendo esto más probable cuando su
profesión tiene que ver con sus áreas de interés, áreas que desarrollan de
forma excepcional. Es necesario saber que cada niño, y cada persona es un
mundo, y dos personas diagnosticadas con el trastorno del Síndrome de Asperger pueden presentar diferencias
entre sí, pero aquí hablamos de los síntomas más generalizados. Lo más
importante para diferenciarlo del autismo, es que en el síndrome de Asperger:
·
No hay retraso en la adquisición y
desarrollo del lenguaje. Tienen buen vocabulario, llegando a ser a veces
incluso pedante
·
Se da en mayor frecuencia en niños
·
Se suele confundir con un Déficit de
Atención
·
Se distraen con facilidad
·
Tienden a estar dispersos
·
Pueden presentar problemas de
aprendizaje pero no por falta de capacidad intelectual, si no por su dispersión
y falta de concentración
·
Aunque tengan problemas de relación,
desean tener amigos y se sienten frustrados por sus dificultades sociales
·
Dificultad para entender los roles
sociales y empatizar con los demás
·
El síndrome de Asperger puede
originarse a partir del tercer o cuarto año de vida (también se diagnostican
incluso en la adolescencia), en cambio el autismo se detecta con pocos meses de
vida
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