viernes, 9 de mayo de 2014

La meningitis puede causar problemas en el desarrollo sensorial y sicomotor



Daño cerebral amputaciones, sordera, ceguera y cicatrices en la piel son algunas de las consecuencias de padecer esta enfermedad y no detectarla a tiempo
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta enfermedad es causante de cerca de 50.000 muertes a nivel mundial anualmente. Incluso, cuando los pacientes reciben tratamiento oportuno, un 5 a 10 por ciento de los pacientes fallecen, generalmente, durante las primeras 48 horas tras tener los síntomas.
La meningitis es la inflamación de las meninges, membranas que recubren el cerebro y la médula espinal (sistema nervioso central).  Puede ser de “origen infeccioso y se presenta porque llega un microorganismo o un virus hasta el sitio donde están las membranas y la inflama”, explica Nicolás Medina Silva, médico cirujano con máster en ciencias biomédicas.
Virus, hongos y bacterias son los responsables de la infección. Cuando la meningitis es bacteriana, tiene un grado alto de gravedad y generalmente es generada por microorganismos como el Haemphilus influenzae, el neumococo y la Neisseria meningitidis, (también llamada meningococo).
Cuando la enfermedad es causada por este último, puede ocasionar problemas cerebrales y, según la OMS, es mortal en el 50 por ciento de los casos no tratados.

En la infanciaAunque la enfermedad se puede presentar a cualquier edad, es común que esta ataque a los niños. Según un estudio del Hospital de Garrahan (Argentina) la incidencia de meningitis meningocócica en los niños es del 75 por ciento. Para el doctor Medina, en Colombia, entre 1994 y 2005, el 64 por ciento de los casos de meningitis por meningococo ocurrieron en niños menores de 9 años.
“Una meningitis en un adulto es quizás más fácil de reconocer que en un niño pequeño. El infante puede mostrar irritabilidad, llanto prolongado e incluso síntomas de meningismo típica: rigidez en la nuca o dolor, al tratar de moverle la cabeza al niño”, añade el especialista.
La enfermedad, además, se manifiesta con síntomas muy similares a los del resfriado común, como fiebre, dolor corporal, malestar general, vómito e, incluso, diarrea y fotosensibilidad.
Cabe anotar que la meningitis por meningococo compromete rápidamente el estadode salud del paciente. Algunos pueden experimentar disminución del nivel de conciencia; en la mayoría, se generan lesiones rojas en la piel que más adelante puede causar un cuadro clínico, llamado púrpura. En casos extremos, se puede llegar a una falla multisistémica fulminante.Si la persona sobrevive puede quedar con retraso mental, sordera, ceguera, deformidades, etc. En el niño, además, afirma el médico, lo más frecuente es que se presente un trastorno del desarrollo sicomotor y alteraciones señoriales.
La importancia de la vacunaciónAunque existen muchas medidas de prevención, es fundamental vacunar al niño a tiempo y protegerlo de enfermedades como la meningitis, especialmente aquella causada por el meningococo. Esta solo necesita una dosis y puede aplicarse a partir de los 2  y hasta los 55 años de edad; solo necesita refuerzo en 5 años para paciente con enfermedades inmunológicas.
Si la vacuna se coloca a corta edad, será mayor su efectividad, pues “a medida que avanza el tiempo, la cantidad de protección puede declinar”, sostiene Nicolás Medina Silva, médico cirujano con máster en ciencias biomédicas.

Para no olvidar…                        La bacteria se transmite a través de secreciones respiratorias o de la garganta. Es decir, al tener contacto de persona a persona por medio de besos, tos, estornudos y por el hecho de compartir cubiertos, botellas, vasos, etc. Para evitar contagios, recuerde:• Consultar de inmediato al médico, ante cualquier síntoma o señal de alerta.• Si el niño está enfermo, aislarlo.• Es importante 
Fuente: http://www.abcdelbebe.com/la-meningitis-puede-causar-problemas-en-el-desarrollo-sensorial-y-sicomotor

El juego: conexiòn afectiva entre padres e hijos

El juego: conexiòn afectiva entre padres e hijos
Aunque suene extraño y algo prematuro, algunos expertos como Alexandra Vaughan, psicopedagoga y directora de KS Kids, sugieren que las rutinas de juego y las de compartir actividades lúdicas con el bebé deben empezar a comienzos del embarazo, para potencializar la conexión emocional entre la madre, el padre y el niño que se está formando. Eso sí, “el juego es el medio innato de expresión del ser humano, por ello, el que se establezcan rutinas de expresión afectiva crea vínculos que le ayudarán a involucrarse mejor con el mundo que tiene por descubrir”, sostiene Vaughan.
Así que la voz de los padres, las caricias en el vientre y la música hacen parte de esa terapia que será luego, al nacer, el principio de un proceso de aprendizaje.Para Sandra Patricia Varela, directora del Programa de Licenciatura en Pedagogía Infantil de la Universidad de La Sabana, los beneficios del juego, a lo largo del desarrollo son primordiales, porque tienen que ver con lo social y cultural. “Con el juego se construye identidad, comunidad y colectividad. El bebé empieza a reconocer su cuerpo como distinto al de su madre; es allí donde sienten mayor necesidad de ser motivados a través del contacto y los masajes”, anota Varela.
Rutina del conocimiento
Entre los 0 y 2 años, según el maestro de la psicología Jean Piaget, predomina el juego funcional o de ejercicio. De tal forma que la relación del niño con el juego es de respuesta frente a los reflejos, por lo que hay que ir experimentando a través de su propio cuerpo, utilizándolo como herramienta.
En este tiempo es importante realizar ejercicios de piernas y brazos con objetos de colores vistosos, juguetes básicos con sonidos y muñecos con texturas, y deben ser rutinas de los padres, familiares y de las personas que cuidan al bebé, por cuanto se desarrollan habilidades sociales.
Esos hábitos deben llevarse a cabo a lo largo del día y en diferentes escenarios. Es decir, en la mañana, durante el baño en la tina y en la tarde, sin dejar de abrir un espacio para que escuchen música y se les transmita mediante la lectura, especialmente antes de dormir. Esa estimulación le ayudará, más adelante, a interpretar y establecer familiaridad con su entorno al jugar.
Ya sobre los 2 años, en plena etapa exploratoria y de independencia motora, dice Vaughan, se deben reafirmar las actividades físicas, por ejemplo, en el parque. “En el sube y baja, el rodadero, los gimnasios, obviamente, con la supervisión permanente. Paralelo a esto, iniciar con los juegos de manipulación de fichas grandes, destapar cajas y practicar mucho más con los roles de repetición, pues el niño trata de imitar todo lo que le enseñan, y no deje de cantarles y leerles”. 
Entendiendo el universo
Es claro que hasta los 2 años, aproximadamente, el juego se centra en los padres, las personas cercanas al niño, y en sí mismo, como en el conocimiento del cuerpo, pero a partir de allí evoluciona a juegos grupales de interacción con sus amigos, a asumir roles más elaborados y recrear situaciones cotidianas.A partir de los 3 años de edad se dan los juegos de simulación y suelen aparecer los amigos imaginarios. Los padres deben entender que ese ‘amigo’ puede hacer lo que el niño no, en ocasiones será algo descortés y hasta tendrá poderes mágicos, por lo que hay que saber orientar al niño y permitirse conocer a ese amigo imaginario, ya que puede ser el reflejo de cosas que el niño quiere expresar.
Luego, se llega al momento preoperacional, que se extiende hasta los 6 años, caracterizado por el juego simbólico, donde el niño juega a ser. Cocina como la mamá, maneja el coche como el padre, quiere jugar como lo hacen los grandes al fútbol, nadar, pintar, en fin... Para los expertos es la mejor etapa para que los niños realicen múltiples actividades relacionadas, especialmente, con el arte o los deportes, pues su energía da para todo.
“Al final de la etapa preescolar se interesan y se divierten con propuestas grupales, donde priman las reglas y empiezan a fijarse metas, a establecer órdenes y jerarquías, respetando los papeles de cada uno, personajes que pueden intercambiarse sin mayor problema. Allí los juegos son de héroes, cuentos de hadas, o de roles tradicionales como los policías y ladrones, los maestros y los alumnos, los médicos y los pacientes”, sostiene Ángela Morales, psicóloga infantil.
Desde ese momento, los niños empiezan a construir a partir de la lógica y se crean los juegos de retos, tomando gran importancia el tema de ganar, “un momento en el que los padres deben enseñarles a que el juego es una oportunidad de aprendizaje, y que perder es otra de las opciones posibles, sinque esto afecte su autoestima", añade Morales.Actividades con los más pequeños
• Ponga música relajante, tome a su bebé en brazos y arrúllelo suavemente al ritmo de la melodía.
• Elija una canción que le resulte fácil de cantarle a su bebé para que lo haga con frecuencia, así él la identificará y será como un símbolo entre ustedes. Además, las palabras y sonidos conocidos tienen un efecto relajante.
• Sonría, saque la lengua o haga muecas que su pequeño pueda aprender e imitar.
• Utilice un juguete favorito del bebé para que centre su atención y haga que la siga. También agite un sonajero y haga que su bebé lo localice.
• Siempre, siempre, háblele al bebé y procure que él la mire mientras lo hace para que identifique su voz.¿Cómo establecer horarios?
Sandra Patricia Varela, de la U. de La Sabana, indica que “todo momento es una muy buena oportunidad para jugar, las rutinas se establecen alrededor de la cotidianidad, y siempre hay posibilidad de sacar un tiempo que permita interactuar a través del juego”.
Fuente: http://www.abcdelbebe.com/nino/24-48-meses/desarrollo/el-juego-conexion-afectiva-entre-padres-e-hijos


jueves, 8 de mayo de 2014

Guía práctica sobre cómo detectar problemas en el desarrollo de los niños

Guía práctica sobre cómo detectar problemas en el desarrollo de los niños

Para atender a un niño no basta con la intuición. Se debe contar con algúnconocimiento técnico o medianamente científico al respecto.

No quiere decir que los padres o adultos a cargo deban ser pediatras o, en su defecto, expertos en puericultura (el arte de la crianza).   Explica Irene Rodríguez, sicóloga con máster en educación y desarrollo cognitivo, que un aspecto básico es conocer la evolución infantil para tener la certeza de las habilidades y destrezas que irá aprendiendo a lo largo de los meses y años. De esta manera se puede ofrecer la estimulación adecuada para optimizar la evolución del pequeño. “Por lo menos debemos tener una escala de desarrollo (ver recuadro) cerca, para que las familias podamos ver cómo va nuestro niño, atenderlo oportuna y adecuadamente”, aconseja la experta.
Cuando los padres conocen las habilidades que los niños adquieren en cada edad, es mucho más sencillo y rápido detectar si algo no funciona como debería. A esto se le conoce como signos de alerta o alarmas tempranas del desarrollo, y es útil para detectar y tratar a tiempo las dificultades de los pequeños.
Dice la experta que cuando los problemas no son diagnosticados tempranamente, aparece el periodo crítico: “Si no se actúa a tiempo cuesta más hacerlo después o es casi imposible recuperar lo afectado. Por ejemplo, si no se estimula el lenguaje, el niño puede tener un déficit; lo mismo ocurre con la marcha si no se alienta el movimiento”.

Alarmarse o mantener la calmaAntes de verificar las tablas de desarrollo se recomienda a los padres tener presente que la evolución en cada niño es completamente diferente y no porque alguien de su edad haya avanzado, quiere decir que su niño tiene retraso. Estos indicadores marcan un tiempo aproximado en el que ellos deben adquirir las habilidades.
Estas escalas, además de ser una ayuda en la crianza, se convierten también en un deber de los padres, pues es su responsabilidad ofrecer un ambiente adecuado para que el pequeño desarrolle todas sus habilidades. “La diferencia es notoria entre un niño que está estimulado y uno que no lo está -señala Irene Rodríguez-; “cuando un niño no ha hecho la ruta de estimulación adecuada, y, además, está desnutrido, tiene poca relación con los juegos, el lenguaje, bajo de peso, de talla, poco socializado”.
La experta explica además que esto se debe a la poca atención que los padres les dan a sus hijos. “Desafortunadamente en Colombia la mayor parte de los niños están cuidados por adultos inadecuados. Muy amable la abuela que lo cuida y le da de comer, pero si no construye un vínculo afectivo ni juega con el niño, es muy probable que él presente retrasos en el desarrollo”. También hay niños bajo el cuidado de adultos violentos que les pegan, los gritan, los llenan de temores e incluso abusan sexualmente de ellos. De esta manera, aunque el niño no es retardado,  está lleno de fobias, miedos y ansiedades que limitan su aprendizaje.
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades en Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés), estos indicadores no solo marcan el peso y la talla de los niños, sino su desarrollo en aspectos como el lenguaje, el movimiento, la forma en la que aprenden, hablan, leen y escriben.
Estas pautas de desarrollo, de acuerdo con los CDC, miden siete categorías: área social y emocional, motora, destrezas manuales, área cognitiva, audición, visual y lenguaje. 
El marcador de estas habilidades empieza desde el nacimiento, cuando se le hace el test de Apgar para medir sus reflejos, y la madurez neurológica; así recibe su primera calificación. Si de un máximo de 10 está por debajo de 6, se le aplica unas horas después para darle tiempo de adaptación. De lo contrario, debe ir a incubadora y recibir tratamiento oportuno.  Si en este momento los padres no ofrecen los estúmulos adecuados, el  desarrollo del recién nacido será deficiente para su edad.
Si después de ver los indicadores sospecha que algo está mal con su hijo, consúltelo con su pediatra y pida remisión a un especialista.
Cómo estimular•El primer acto de estimulación consiste en conocer lo que su hijo estará haciendo en cada etapa. De esta manera, sabrá qué puede darle y pedirle. Por ejemplo, después de los 6 meses los niños deben estar alerta; al jugar con él, hablarle, intectuar serán niños despiertos a los estímulos. El pequeño reaccionará cuando los padres se van, cuando llegan, serán capaces de introducir objetos en espacios con formas parecidas, arrastrarse a tomar algo que llama sua atención.
Luego del primer año el niño empieza a entender los límites. Los padres deben empezar a decirle sí o no, para que ellos sepan lo que pueden hacer. Si esta función no se establece, llegarán a los 2 años como niños ‘salvajes’ o malcriados que arrasan con todo, porque no tienen normas.
Después de los 2 años viene la comunicación a través de la ‘palabra frase’; es decir que el niño deja de comunicarse con sonidos para establecer ideas y asociaciones. Los padres deben hablarle con palabras correctas y bien pronunciadas; de lo contrario, el niño tendrá un desarrollo inmaduro del lenguaje, que se ve especialmente en los pequeños de edad preescolar.
Fuente: http://www.abcdelbebe.com/guia-practica-sobre-como-detectar-problemas-en-el-desarrollo-de-los-ninos

Aprender a 'pensar en palabras' ayudaría a los niños con autismo

Aprender a 'pensar en palabras' ayudaría a los niños con autismo

La capacidad del monólogo interior los ayudaría con tareas cotidianas.


Enseñar a los chicos con autismo a desarrollar 'monólogos interiores' en su mente los ayudaría a solucionar tareas cotidianas y podría aumentar sus posibilidades de tener una vida independiente al crecer, informaron el miércoles científicos británicos. 
Psicólogos que estudiaron a adultos con autismo hallaron que el mecanismo de usar el monólogo interior está intacto, pero que no siempre los autistas lo usan de la misma forma que las personas con desarrollo habitual. 
Los investigadores hallaron que la tendencia de 'pensar en palabras' también está fuertemente relacionada con la extensión de las capacidades comunicacionales de una persona, que se arraigan en la infancia temprana. 
Los resultados de la investigación sugieren que enseñar a los niños autistas cómo desarrollar la capacidad del monólogo interior los ayudaría a lidiar con tareas cotidianas más adelante en la vida. 
El estudio también sugiere que a los chicos con autismo les iría mejor en la escuela si son alentados a aprender su cronograma diario verbalmente en lugar de usar planes visuales, que suele ser el enfoque habitual. 
El autismo, que afecta a cerca del 1 por ciento de la población mundial, incluye un espectro de trastornos que van desde el retraso mental y una profunda incapacidad de comunicarse hasta síntomas relativamente leves como los que se observan en personas con autismo de alto funcionamiento o síndrome de Asperger.  Entre los patrones centrales del autismo se encuentran la mala capacidad de comunicación y la dificultad para socializar. 
"La mayoría de las personas 'piensa en palabras' cuando tratan de solucionar problemas, lo que ayuda con el planeamiento y particularmente con las tareas complicadas", dijo David Williams, del departamento de psicología de la Durham University, quien dirigió el estudio. 
Los niños con desarrollo habitual suelen hablar en voz alta para guiarse sobre tareas complejas, y es recién alrededor de los 7 años que desarrollan monólogos internos para tratar de resolver problemas, dijo el experto.
Cuán buena es una persona para ello depende en parte de sus experiencias de comunicación en la infancia temprana. 
Williams señaló que los chicos con autismo suelen perderse los intercambios comunicaciones tempranos, lo que explicaría su tendencia a no usar el monólogo interior cuando son mayores.
Esa falta de uso del 'pensamiento en palabras' contribuiría además con algunas de las conductas repetitivas comunes en autistas.  "Los niños con autismo probablemente no están teniendo este pensamiento en sus cabezas, sino que continúan con la estrategia de pensamiento visual', explicó Williams.  'Por lo tanto ése es el momento, alrededor de los 6 ó 7 años, en que estos métodos de enseñanza serían más útiles", agregó. 
El estudio, realizado por investigadores de Durham, Bristol y la City University en Londres y publicado en la revista Development and Psychopathology, incluyó a 15 adultos con autismo de alto funcionamiento y 16 adultos neurológicamente normales que fueron el grupo de comparación. 
Los voluntarios completaron test de capacidad de planeamiento para los cuales las personas de desarrollo habitual normalmente usan estrategias de 'pensamiento en palabras'. 
Cuando se le pidió a ambos grupos que realicen la tarea mientras además repetían en voz alta cierta palabra -como 'martes' o 'jueves'- establecida para distraerlos, para el grupo de control la tarea fue más compleja, mientras que para los autistas no hubo problema con la distracción. 
"'En las personas con autismo, no tuvo absolutamente ningún efecto", explicó Williams. Esto sugiere que, a diferencia de los adultos con desarrollo neurológico habitual, los participantes con autismo no usan normalmente el monólogo interior para ayudarse a planificar.
Fuente: http://www.abcdelbebe.com/nino/12-24-meses/comportamiento/aprender-pensar-en-palabras-ayudaria-los-ninos-con-autismo


miércoles, 7 de mayo de 2014

Problemas de audición en niños de 1 a 3 años

Según la Guía completa para la salud de tus hijos (Complete Guide to Your Children's Health), publicada por la Asociación Médica Estadounidense, la sordera es la principal causa de los retrasos en el desarrollo del lenguaje de los niños pequeños

Hasta las 
pérdidas auditivas temporales provocadas por las infecciones en los oídos (sin hablar de los daños más permanentes que pueden ocurrir tras infecciones continuas) podrían afectar cómo y cuándo tu hijo aprende a hablar. 

El doctor de tu niño examinará regularmente sus oídos durante las visitas de rutina. Mientras tanto, imprime este cuadro y fíjate en las siguientes 
señales de alerta



Edad:
Señales de alerta:
Marca aquí
De 12 a 18 meses
·          
·         No conoce los nombres de las personas, mascotas ni objetos que hay en su entorno
·          
·         No obedece órdenes sencillas como "Ven aquí"
·          
·         No voltea la cabeza cuando se oyen ruidos en otra habitación
·          
·         No señala para indicar lo que quiere
·          
·         No trata de imitar palabras sencillas
·          
·         No dice por lo menos dos palabras
·          
·         No reacciona a la música
·          
·         No balbucea


Edad:
Señales de alerta:
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De 19 a 24 meses
·          
·         No dice más de cinco palabras
·          
·         No logra señalar al menos dos partes de su cuerpo (nariz, boca...)
·          
·         No contesta "sí" o "no" cuando le haces preguntas
·          
·         No logra identificar objetos corrientes como "muñeca" o "gato"
·          
·         No mezcla sus balbuceos con palabras comprensibles


Edad:
Señales de alerta:
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De 25 a 30 meses
·         No responde a dos órdenes seguidas como "Siéntate y tómate la leche"
·          
·         No responde a las preguntas que empiezan con "qué" o "quién"
·          
·         No comprende más o menos la mitad de las palabras pronunciadas por desconocidos
·          
·         No logra formar frases sencillas de dos palabras como "Yo voy"
·          
·         No se interesa por los cuentos


Edad:
Señales de alerta:
Marca aquí
30 a 36 meses
·         No entiende los pronombres posesivos, como "mío" o "tuyo"
·          
·         No logra usar adjetivos sencillos como "grande" o "pequeño"
·          
·         No dice palabras en plural ni verbos
·          
·         No pregunta "qué" ni "por qué"



Fuente: http://espanol.babycenter.com/a5900067/problemas-de-audici%C3%B3n-en-ni%C3%B1os-de-1-a-3-a%C3%B1os