
Durante la infancia el sistema nervioso de los niños ha de ir madurando adquiriendo nuevas funciones y perfeccionándolas.
La mejor manera de valorar si existe algún tipo de disfunción en el sistema nervioso es evaluando el desarrollo psicomotor de los pequeños.
Iniciamos con ésta una serie de entradas en las que iremos explicando el sistema utilizado en los protocolos de salud de España (Haizea-Llevant) para realizar estas valoraciones, con la intención de darlo a conocer.
El objetivo de estas evaluaciones, que deben ser realizadas por personal entrenado (normalmente lo hacen los pediatras y las enfermeras de la consulta de atención primaria), es el de detectar posibles retrasos del desarrollo psicomotor.
En otras palabras, no se intenta ver lo correcto que está siendo el desarrollo de un bebé o niño ni se trata de definir el grado de retraso que pueda tener, simplemente se busca detectar posibles anomalías en el desarrollo para luego diagnosticarlas si realmente existen (de manera similar a las gráficas de crecimiento y peso, que buscan detectar, pero no diagnosticar).
En otras palabras, no se intenta ver lo correcto que está siendo el desarrollo de un bebé o niño ni se trata de definir el grado de retraso que pueda tener, simplemente se busca detectar posibles anomalías en el desarrollo para luego diagnosticarlas si realmente existen (de manera similar a las gráficas de crecimiento y peso, que buscan detectar, pero no diagnosticar).
Lo cierto es que ante los fallos en el desarrollo pocas veces se dispone de un tratamiento eficaz, sin embargo la instauración precoz de medidas terapéuticas ayuda a prevenir y tratar las posibles carencias. Cuanto antes se empiece a “tratar” al pequeño, mejores resultados se obtendrán.
Todos sabemos que los niños tienen unos ritmos diferentes a la hora de madurar. Es por ello que se utilizan, para detectar los trastornos, los llamados cribajes, cuya finalidad es la de detectar de manera rápida y sencilla una gran parte de los niños con problemas en el desarrollo.
Los cribajes son pruebas de aplicación simple y fáciles de interpretar aunque, como digo, lo recomendable es que se realicen por personal entrenado que pueda hacer una interpretación correcta.
Hemos ido explicando todas las acciones que se valoran para detectar retrasos en el desarrollo psicomotor de los bebés y niños en base a la Tabla Haizea-Llevant.
Para realizar la evaluación se valoran los ítems por separado y se puntúan aquellos que el niño o niña no realiza y por probabilidad debería realizar. Además de todos estos ítems comentados hay algunas situaciones que por sí mismas ya son indicadores de que puede haber algún problema y el niño debería, por lo tanto, ser valorado por el especialista indicado.
Estos signos de alerta deben tenerse en cuenta tenga el niño la edad que tenga y son los siguientes:
• Macrocefalia: Tamaño de la cabeza superior al promedio correspondiente a la edad y sexo del bebé. Se considera macrocefalia cuando el perímetro cefálico supera + 3 desviaciones estándar.
• Microcefalia: Tamaño de la cabeza inferior al tamaño que correspondería por edad y sexo. Se considera microcefalia cuando el perímetro cefálico sea inferior a – 2 desviaciones estándar.
• Estancamiento del perímetro cefálico: Si se suceden tres o más meses sin que el perímetro craneal aumente durante el primer año de vida.
• Movimientos oculares anormales: Presencia de movimientos erráticos, nistagmus (movimiento continuo y rápido de los ojos), ojos en sol poniente, etc. No se incluyen los estrabismos.
• Dismorfias obvias: Malformaciones, deformaciones,...
• Arreflexia (ausencia de reflejos) osteotendinosa generalizada: Especialmente de reflejos rotulianos y aquíleos.
• Reacción extensora al apoyo plantar: Al suspender verticalmente al niño y bajarlo, hasta que sus pies toquen la superficie de la mesa, se desencadena una extensión progresiva anormal de las extremidades inferiores que progresa desde los pies hasta el tronco.
• Microcefalia: Tamaño de la cabeza inferior al tamaño que correspondería por edad y sexo. Se considera microcefalia cuando el perímetro cefálico sea inferior a – 2 desviaciones estándar.
• Estancamiento del perímetro cefálico: Si se suceden tres o más meses sin que el perímetro craneal aumente durante el primer año de vida.
• Movimientos oculares anormales: Presencia de movimientos erráticos, nistagmus (movimiento continuo y rápido de los ojos), ojos en sol poniente, etc. No se incluyen los estrabismos.
• Dismorfias obvias: Malformaciones, deformaciones,...
• Arreflexia (ausencia de reflejos) osteotendinosa generalizada: Especialmente de reflejos rotulianos y aquíleos.
• Reacción extensora al apoyo plantar: Al suspender verticalmente al niño y bajarlo, hasta que sus pies toquen la superficie de la mesa, se desencadena una extensión progresiva anormal de las extremidades inferiores que progresa desde los pies hasta el tronco.
Otros signos de alerta que deben tenerse en cuenta también, pero valorándose según una edad concreta son los siguientes:
Socialización
• No sonrisa social > 2 meses
• No fija la mirada > 2 meses
• Irritabilidad permanente (2m): llanto inconsolable continuo.
• Sobresalto exagerado (2m): si ante eventos de poca importancia realiza sobresaltos demasiado acusados.
• Pasividad excesiva (4m)
• Persistencia del reflejo de Moro (6 m): si sigue haciéndolo.
• Pasar ininterrumpidamente de una actividad a otra (16 m)
• No desarrollo del juego simbólico (24 m)
• No fija la mirada > 2 meses
• Irritabilidad permanente (2m): llanto inconsolable continuo.
• Sobresalto exagerado (2m): si ante eventos de poca importancia realiza sobresaltos demasiado acusados.
• Pasividad excesiva (4m)
• Persistencia del reflejo de Moro (6 m): si sigue haciéndolo.
• Pasar ininterrumpidamente de una actividad a otra (16 m)
• No desarrollo del juego simbólico (24 m)
Lenguaje
• Pérdida de balbuceo (12m): No balbucea ni emite sonidos a los 12 meses.
• Estereotipias verbales (24 m): repetición de palabras sin sentido de manera permanente.
• Lenguaje incomprensible > 36 meses
• Estereotipias verbales (24 m): repetición de palabras sin sentido de manera permanente.
• Lenguaje incomprensible > 36 meses
Manipulación
• Aducción permanente de los pulgares (2m): pulgares atrapados en los otros dedos (puño cerrado) constantemente.
• Asimetría de actividad con las manos (3m)
• Asimetría de actividad con las manos (3m)
Postural
• Hipertonía de aductores (4 m): exceso de tono en los músculos que cierran las piernas (juntan las rodillas).
• No sujeción cefálica > 3 meses
• Ausencia de desplazamiento autónomo (9m)
• No deambulación > 18 meses
• No sujeción cefálica > 3 meses
• Ausencia de desplazamiento autónomo (9m)
• No deambulación > 18 meses
Todos los comentados son signos de alerta que deben ser valorados para diagnosticarse o no un retraso en el desarrollo psicomotor de los niños.
Fuente: http://www.bebesymas.com/desarrollo/como-se-detectan-retrasos-en-el-desarrollo-psicomotor-de-los-ninos-ix-signos-de-alerta
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